El nombre de nuestro vino ícono proviene de uno de nuestros antepasados, el General Justo Arteaga Cuevas, soldado de firmes convicciones y alto sentido del honor, que fue parte del Regimiento “Granaderos de la Guardia de Honor», de guarnición en Santiago y encargado de la protección del Director Supremo y Padre de la Patria, don Bernardo O’Higgins Riquelme. Al estallar la guerra del Pacífico era Comandante en Jefe del Ejército.   Justo es un vino único e irrepetible, un homenaje a todas aquellas personas que han sabido enfrentar los desafíos, superarlos con carácter y luchar por obtener grandes resultados. Al igual que nuestros viñedos que buscan su espacio en los suelos pobres y rocosos del valle de Lolol, para poder sobrevivir y forjar vinos honestos, concentrados y elegantes.   Justo es además, energía y prestancia. Es un vino que hace justicia al terroir de donde proviene. Es equilibrio entre las distintas cepas, respeto al trabajo de las personas y los tiempos que un gran vino requiere. Es un vino hecho con tanta dedicación que se elabora solo cuando nuestras uvas alcanzan un nivel superior. Una mezcla de cepas tintas entre Cabernet Sauvignon, Syrah, Carmenere y Petit Verdot.